Se fue Orlando Torrado. Murió de viejo, el cuerpo ya no aguantó más. Militante obrero y anarquista, protagonista junto a muchos otros de luchas épicas como parte de la Federación de Obreros en Construcciones Navales. Puede que la última organización en esta región con fuerza que mantenía los valores y principios frente a todo y “no fue simplemente un gremio para el mantenimiento del estómago, sino para la emancipación del hombre”.
Quedarán para los/as compañeros/as los recuerdos de las charlas que sostuvo en muchos de los espacios, por suerte hay algo de material escrito y algún que otro video. Anécdotas, muchas. Discusiones con sentido, transmisión de vivencias que a veces daban junto a “Puchero” para tratar de aportar y ese cariño que transmitía a compas sin importarle demasiado “el palo” del que venían. “¿y usted de que sindicato es?” le preguntó a Alfredo Bonanno el día que se conocieron, para un par de días después, invitarlo entre risas, pero con cierta complicidad, a expropiar un banco, cuando el cuerpo le recordaba que estaba cerca de los 90 años. Esa era una parte de Torrado, sólo una parte.