Este año tendrá lugar en Argentina la cumbre del G20, la misma se viene desarrollando desde el año 1999, y en sus principios fue una reunión de presidentes de bancos centrales y ministros de finanzas. A partir del año 2008 y debido a la crisis financiera mundial, esta instancia de reunión pasó a ser la más importante a la hora de decidir el rumbo de la economía mundial.
El grupo de los 20 (G20) está conformado por 19 países más la unión europea, (7 de los países más industrializados: Alemania, Canadá, EE.UU, Francia, Japón y Reino Unido (G7) más Rusia (G8) y países emergentes). En las decisiones tomadas en esta cumbre no sólo participan jefes de estados, ministros de finanzas y presidentes de bancos sino que también participan diferentes asociaciones civiles, desde sindicatos (l20) científicos (S20) organizaciones de mujeres (W20) expertos en política (T20), empresarios (B20) y otros, los cuales se reúnen de manera independiente durante todo el año para elaborar proyectos y discutir acciones; planteando una serie de recomendaciones que luego serán discutidas los días que se celebra la cumbre.
Welcome to hell.
Obviamente desde sus inicios el G20 tuvo grandes críticas que fueron manifestadas en las calles y en la creación de contra-foros. En 1999 tuvo lugar en Seattle, la tercera de las reuniones de la OMC, cumbre que fue conocida como la “batalla de Seattle” y se consideró el inicio del movimiento antiglobalización, en esta oportunidad no se pudo llevar a cabo la conferencia de los ministros de economía y el foro de la organización mundial del comercio fue cancelada.
En el 2001, durante la cumbre del G8, miles de personas protestaron bajo el lema de “otro mundo es posible” en la ciudad italiana de Génova. Fue el inicio de protestas y enfrentamientos con la fuerzas del orden. El anarquista Carlo Giuliani muere tras recibir un disparo por parte de la policía.
En el año 2015, y teniendo en cuenta que realizar una cumbre de estas características implica también un despliegue de dispositivos de seguridad por parte del Estado, decidieron realizar la cumbre en un lugar alejado, y reducir al mínimo la posibilidad de manifestaciones. El lugar elegido fue el Castillo de Elmau, en Baviera (Alemania).
Masivas medidas de seguridad acompañaron el encuentro. Por ejemplo, las tapas de los sumideros en las calles fueron selladas con soldadura y se desmontaron los buzones. Geográficamente, la sede de la cumbre, a mil metros sobre el nivel del mar, era prácticamente inaccesible, en esta ocasión no hubo manifestaciones.
El año pasado la sede del G20 fue en la ciudad de Hamburgo, desde varios días anteriores manifestantes que llegaron de distintos lugares acamparon en la zona, se alojaron en centro sociales, estadios de futbol y casas ocupadas. Hubo enfrentamientos, barricadas, foros contra cumbre, también, luego de esto, allanamientos y detenciones.
Este año el G20 se realizará en distintos puntos de Argentina, (Bariloche, Ciudad de Buenos Aires, Rosario, Ushuaia, Salta, Puerto Iguazú, Mar del Plata, Mendoza, San Salvador de Jujuy, San Miguel de Tucumán y Córdoba) y hasta ahora todo marcha como lo tienen planificado. Las reuniones se están realizando, los presupuestos se están aprobando, y se estima que el gasto será de $1.027.000.000, más $430 mil millones para reuniones técnicas, todo esto no incluye el presupuesto destinado a seguridad que aún no fue aprobado.
Por su parte, las Fuerzas Armadas, el Ministerio de Seguridad, la Cancillería y la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) están trabajando en conjunto con el comando sur de Estados Unidos, y se prevé que el modelo de seguridad que se empleará será similar al que se utilizó durante los juegos olímpicos en Brasil durante el 2016. Además, tanto el Ministerio de Seguridad como la AFI y las Fuerzas Armadas avanzaron en el intercambio de información y el aporte de tareas de logística para la cumbre con agencias de inteligencia de otros países.
“…opinamos que esta Fuerza de Tareas Multinacional es la respuesta más adecuada, operativamente posible y económicamente aceptable desde el punto de vista de los intereses nacionales. Así, Argentina tendrá la posibilidad de liderar esta Coalición Internacional, interactuar con sus pares de otras naciones, compartir criterios de interoperatividad y aplicar las últimas técnicas y procedimientos de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).” Jorge Reta (*)
Argentina anfitrión del G20.
Que este año se realice el G20 en este territorio no es producto de la casualidad, el mensaje es muy claro, Argentina es hoy la punta de lanza de la derecha liberal en la región, y por eso la bancan. Por eso también están confiados y tienen la seguridad de continuar, en palabras de Patricia Bulrich en una entrevista que le realizaron “…si bancamos la tonelada de piedras que nos tiraron y no nos desestabilizaron, nosotros vamos a seguir…”
Refiriéndose a los enfrentamientos durante la aprobación de la reforma previsional. Ese “seguir” que plantea, es la profundización de la miseria en toda la región, el aumento de lo más básico para la subsistencia, es aprobar la reforma laboral, es la militarización de la región y la criminalización de quienes tienen la dignidad de luchar, es la creación del enemigo interno y la persecución a las comunidades mapuches.
Ante este panorama, la única opción que nos queda es continuar luchando contra el Estado y el Capital, que son los garantes de esta realidad de miseria.
(*) Cita extraída de la nota titulada Argentina, el G20 y la seguridad aérea, Jorge Reta es brigadier (retirado) de la Fuerza Aérea Argentina. Fue piloto de aeronaves de combate, secretario de Prensa y director de Relaciones Institucionales de la Fuerza Aérea. Integró la Plana Mayor de los Cascos Azules de Naciones Unidas en Sarajevo, Bosnia, durante la guerra en la ex Yugoslavia. Es egresado de la Escuela Superior de Guerra Aérea, en Alabama, Estados Unidos.