Los que opinan de economía, advierten que este año la inflación rondaría el 45%. La canasta familiar en Capital Federal y en Rosario, se calcula entre $20,000 y $30,000. La tasa de desempleo promedia el 10% y llega al 12% en el conurbano bonaerense. Algunos/as hablan de tormentas, otros/as nos dicen que hay una luz al final del túnel. Nosotros/as ya nos mojamos demasiadas veces y sabemos que esa luz puede ser la de un tren viniendo de frente. El fantasma del 2001 comienza a remendar la sábana, mientras que el G20 y el FMI apuestan a que la alternativa liberal salga a flote para mostrar una opción al populismo.
Ni los economistas ni los políticos (del palo que sean), hablan o piensan por nosotros/as. No necesitamos demasiado dato para ver que todo se nos complica. El Estado lo sabe, y mientras baja dinero a los movimientos sociales para comprar la calma, procesa a gente que intervino en las marchas de hace más de un año o detiene a militantes por las protestas en Diciembre pasado por las reformas, como el caso de Diego Parodi, preso desde esos días y que fue excarcelado recientemente (Facundo Huala fue extraditado por más que la ONU pida esperar). Las acusaciones, los rumores, las noticias falsas circulan de manera vertiginosa junto con declaraciones de buchones y cuadernos que relatan bolsos que van y vienen.
Entre algunas de las cosas en que se pone de acuerdo todo el arco político es el de decir “no somos todos lo mismo”, en que la gente (nosotros/as) no descrea de la Política, asustando con el pasado violento al que volveríamos si nos cansáramos de la política y los políticos. Como si ellos no hubieran colaborado de una manera u otra en los 70.
Por más que suene a una frase hecha, por más que se caiga en un lugar común, tenemos la necesidad de decirlo. En el Fondo, son todos lo mismo. Sólo los diferencia el factor de poder que logren ejercer.
Pero aunque el panorama es jodido (y las notas de este número así lo reflejan) surgen las acciones y los gestos que impulsan a seguir buscándole la vuelta. Desde algunas respuestas a la patronal como sabotajes o tomas, pasando por laburantes que se organizan sin los partidos o los sindicatos o algunos ataques directos a los/as responsables de que estemos como estamos.
Tenemos varias cosas para decir, algunas son certezas y otras sólo reflexiones que esperamos sigan generando algo para seguir en esta búsqueda.
Saludamos y agradecemos a los/as compañeros/as de la región que siguen moviendo el periódico.