Como algunos/as no bajan la música, les cortan la luz. Entonces viene la bronca y de ahí a la quema de algunas cosas. “se van a quemar como ratas”, escuchan mientras se dan cuenta que les cortaron el agua. Hasta el momento en que se escriben estas líneas son 8 los muertos, producto del incendio en una comisaría de Estaban Echeverría
La prensa dirá que fue un motín producto de un intento de fuga frustrado y podría ser verdad, pero eso no cambia casi nada. Tampoco el hecho de que esa comisaría estuviera clausurada para seguir hacinando detenidos por el mismo Estado que seguía manteniendo o mandando gente en cana a ese lugar.
El estado de las cárceles y la cantidad de detenidos/as (en su inmensa mayoría pobres) es algo de lo que se viene hablando desde hace años.
El problema no es si entraban 10 y metieron 27. O si los colchones eran o no ignífugos. Eso agrava la situación, la hace más dramática y a la vez desnuda de cuerpo entero la lógica democrática sobre el crimen y el castigo, sobre la Justicia.
Quizás en algún momento la clase política y parte de la población se hagan cargo que cuando dicen justicia, se refieren a venganza. Que lo de la reinserción es una frase para lavar un poco la cara y que es por eso que muchos piden “cárcel común” sin asumir que están pidiendo pena de muerte pero sin el valor de decirlo.
Suena raro decir que pretendemos un mundo sin cárceles. Hay algunos problemas sociales para los cuales no tenemos solución. Pero preferimos no tener todas las respuestas a ser cómplices de seguir encerrando y matando gente en nombre del bien común.