¿Que unen a Chile, el modelo neoliberal latinoamericano que es faro al que como bichitos de luz van Bolsonaro o Macri, con el Estado Plurinacional de Bolivia, el ejemplo de los progresistas cuando quieren hablar del Estado “presente” y las bondades del socialismo latino-amerindio? Fácil respuesta, los milicos. El Estado.
Unos combatirán al pueblo porque la desestabilización bolivariana y cubana está a punto de voltear a la democracia, y por la democracia se mata, si hace falta con milicos. Los otros harán lo mismo pero esta vez contra el golpismo de la derecha internacional. Y por la democracia se mata.
Los dos ejemplos de gobierno que muchos utilizan, demuestran que se puede manejar la economía de manera distinta (en realidad no demasiado), como también la “distribución de la riqueza”. Pero hay algo en común y no importa el color del palo, la idea de mantener el poder a como dé lugar, y por todos los medios garantizar las relaciones sociales que permitan seguir con la explotación del hombre por el hombre y la propiedad privada.
Pero cada tanto, la solidaridad, la acción directa y la auto organización surgen cuando muchos decían que era imposible. La guerra social, la revuelta, muchas veces se idealizan y se confunden los deseos con la necesidad. Sabemos que cuando el Estado ve un peligro real, la respuesta es brutal y la mayoría de las muertes son de nuestra parte. Hoy esa brutalidad es expresa claramente en Chile, pero no deja de ser un eco de lo que pasa en otros países a lo largo del planeta. La angustia por la seguridad o la integridad de los cercanos, nuestros miedos, afloran y no es fácil manejarlos. Lamentablemente, las cosas no van a cambiar de otra manera y eso es lo que queremos decir cuando hablamos de necesidad, porque es en estos momentos donde también se ve aflorar la solidaridad y el empuje de la convicción de que otra no queda, sino el enfrentamiento directo con lo que nos oprime.
El resultado es incierto, las garantías no existen, el costo es grande y no todos buscan lo mismo. Aun así, las personas confirman eso de que seguimos siendo una posibilidad, no importa el lugar siempre estarán quienes quieran cambiarlo todo. A ellos/as nuestro abrazo.