La frontera de lo posible Cada año, al acercarse el primero de agosto, nos preguntamos si tenemos algo para decir sobre el lechu. En algunos momentos, creímos necesario decir algunas cosas; hoy no podemos evitar volver a preguntarnos: ¿para qué decir algo? ¿a quién le estamos hablando? La segunda pregunta parece ser la más simple: hablamos a quien quiera escuchar y eso, hoy por hoy, se reduce a los compañeros y compañeras que llevan adelante las ideas en diferentes lugares, a veces en conjunto, muchas veces en soledad....